La hostelería es un sector en constante cambio. Cada vez son más los clientes que nos preguntan si alguno de nuestros platos lleva esto o lleva lo otro. No saber responder o no disponer de una alternativa para un alérgico, un celiaco o un vegano, supone quedarse atrás en un mundo que está en constante cambio y que cada vez es más competitivo y diverso.
La simple idea de responder ante estas peticiones “modernas” puede resultarnos tremendamente abrumadora. Pero, ¿cómo no va a ser abrumador algo que nunca nos han explicado? La solución está en la formación.
La formación se ha convertido en una herramienta indispensable para mantenerte al día. En concreto, los cursos de manipulación de alimentos y de alérgenos desempeñan un papel crucial para garantizar la seguridad de nuestros clientes y el éxito de los negocios en el sector.
Garantizando la seguridad y la calidad
Los cursos de manipulación de alimentos y seguridad alimentaria proporcionan a los profesionales las habilidades necesarias para mantener la higiene, controlar las temperaturas adecuadas y evitar la contaminación cruzada. Estas prácticas aseguran la inocuidad de los alimentos, previenen la transmisión de enfermedades y da confianza a nuestros clientes. Además, ¡es un requisito legal![1]
Con los cursos de alérgenos e intolerancias podemos aprender a identificar y manejar los alérgenos de forma segura. Esto incluye comprender los diferentes tipos de alérgenos, cómo evitar la contaminación cruzada y cómo comunicar de manera efectiva las opciones de menú para los clientes con necesidades dietéticas especiales. La formación en alérgenos no solo garantiza la seguridad de los clientes, sino que también fortalece la imagen de un negocio como un lugar consciente y preocupado por sus necesidades individuales. Además, es obligatorio informar correctamente a los clientes sobre la presencia de alérgenos y para ello, es imprescindible que los trabajadores estén formados[2].
Bonificación en Fundae: una oportunidad estratégica
La Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae) facilita a las empresas la posibilidad de bonificar el coste de la formación. Esto posibilita invertir en la capacitación del personal sin incurrir en costos directos significativos, maximizando el retorno de la inversión.
Los clientes valoran cada vez más la confianza en la calidad de los alimentos y la atención a sus necesidades individuales, y esto se traduce en lealtad y recomendaciones positivas. Si el personal está debidamente capacitado y comprometido, marcará la diferencia de tu negocio con respecto a la competencia.
En definitiva, la formación en manipulación de alimentos y alérgenos garantiza la seguridad de los clientes, mejora la calidad del servicio y fortalece la reputación de tu negocio en un entorno altamente competitivo.
¡Considéralo una inversión! Aprovecha la bonificación de Fundae y haz crecer tu negocio.