La ropa de trabajo es un recurso ampliamente extendido en el ámbito laboral. La vestimenta uniformada de los empleados proyecta profesionalidad y genera una buena impresión de la empresa. Pero más allá de todo esto, la indumentaria puede ser un buen aliado para preservar la salud y la seguridad de los trabajadores si se elige correctamente.
Para entender esta premisa es importante diferenciar los conceptos de ropa de trabajo y ropa de protección o de seguridad.
La ropa de protección o de seguridad evita o limita posibles repercusiones sobre la seguridad y salud de los trabajadores frente a un riesgo determinado, por tanto, se trata de un Equipo de Protección Individual (EPI). Un claro ejemplo es el caso de la ropa utilizada para la retirada de amianto o materiales que lo contienen. Se trata de trajes de protección contra productos químicos de tipo 5 por ser herméticos frente a partículas sólidas y, por lo tanto, frente a las fibras de amianto.
Por el contrario, el objetivo principal de la ropa de trabajo no es la protección del trabajador frente a un riesgo concreto y consecuentemente no debe considerarse un EPI. Lo cual no quiere decir que la ropa de trabajo sea inútil desde un punto de vista preventivo dado que sí puede ofrecer cierta protección y favorecer condiciones de seguridad. A modo de ejemplo, la ropa que utilice el operario de un taller donde se utilicen máquinas no le protegerá específicamente de sufrir un atrapamiento, pero sí reducirá notablemente que suceda si no es holgada y tiene los puños cerrados. Del mismo modo, el simple hecho de llevar manga larga evitará que las partículas proyectadas impacten directamente sobre la piel. Por lo tanto, además de no manchar la ropa propia del trabajador, se puede decir que la ropa de trabajo limita la posibilidad de sufrir un accidente.
Por todo ello, cuando la empresa toma la decisión de que sus trabajadores vistan uniformados debe plantearse cuál es el propósito que ha de cumplir la ropa de trabajo teniendo en cuenta las características de la actividad, los riesgos del puesto de trabajo y otros factores como la comodidad y la practicidad. Al igual que un EPI, la mejor ropa de trabajo es la que utilizan los trabajadores. Dotar con la ropa más cara y sofisticada del mercado no sirve de nada si no se usa porque no es cómoda para realizar el trabajo. Evidentemente es necesario concienciar a los empleados de la importancia de hacer uso e informarles de cómo y cuándo utilizarla, instalar señalización si es preciso y dar las instrucciones oportunas.
En este sentido la normativa de prevención es clara: la empresa tiene la obligación de proporcionar a sus trabajadores todos los medios necesarios, como es el caso de la ropa de trabajo, para garantizar que puedan realizar sus tareas de forma segura. Dichos medios deben ser adecuados, suficientes y en ningún caso el coste recaerá sobre los trabajadores.
A pesar de las evidentes ventajas de utilizar ropa y medios de protección en general, todavía existen muchas empresas que subestiman su importancia. Una de las escusas más frecuentes es “la gran inversión de tiempo y dinero que conlleva dotar a todos los trabajadores de todos los medios de protección”, pero en realidad, si lo comparamos con los costes derivados de un accidente de trabajo, especialmente si es grave, siempre es más beneficioso invertir en seguridad. Cuando la negativa proviene de los trabajadores es habitual escuchar quejas por generar incomodidades. A pesar de que la ropa de trabajo se fabrica para adaptarse a la mayoría de fisionomías, cada cuerpo es diferente y lo que para unos puede resultar cómodo para otros puede ser molesto. Es por esto que siempre conviene dar pie a los trabajadores a que expresen su conformidad con los medios que se les entrega y buscar la opción más adecuada para cada uno dentro de los márgenes que marque la empresa.
Si aun así todavía quedan escépticos, otros motivos de utilizar ropa y equipos de protección pueden ser los siguientes:
- Es una obligación legal del empresario. Si la empresa no hace que sus empleados utilicen los equipos de protección, incurre en una infracción grave sancionable por la autoridad laboral con multas de entre 2.451€ y 49.180€ en función de la graduación a criterio de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (cuantías aplicables desde el 1 de octubre de 2021). En el caso de que ocurriera un accidente, es muy importante recordar que, si no se cumple la ley en materia de prevención, el seguro de responsabilidad civil no cubrirá posibles indemnizaciones por no hablar de la responsabilidad penal de los actores implicados (empresario, mandos, técnicos de prevención, etc.).
- La ininterrupción de la actividad laboral. Es lógico pensar que si los trabajadores están protegidos no sufrirán accidentes y consecuentemente podrán seguir realizando sus funciones sin causar bajas y sin la necesidad de cubrir su ausencia con otra persona que posiblemente carezca de la misma experiencia y conocimiento del puesto que el accidentado.
- Es una garantía de seguridad. Además de la responsabilidad legal, la baja siniestralidad favorece la contratación. La mayoría de las grandes empresas solamente trabajan con contratas cuyos índices de frecuencia son lo suficientemente bajos. La ocasión reiterada de accidentes podría incluso ser motivo suficiente para rescindir el contrato.
No debemos olvidar que uno de los principios de la actividad preventiva del artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales consiste en que siempre debe anteponerse la protección colectiva a la individual. El uso de EPIs debe ser el último recurso y está supeditado únicamente a situaciones en las que las protecciones colectivas no son suficientes.
Todas las empresas tienen la obligación de proporcionar a sus trabajadores ropa de trabajo y adecuados equipos de trabajo para garantizar que puedan realizar sus tareas de una manera segura. Muchas profesiones implican grandes riesgos para la salud, desde el sector de la hostelería hasta el sector metalúrgico.
La importancia de tener ropa de seguridad va más allá de una mera prevención de accidentes. Sin embargo, aun sabiendo la importancia que tiene la ropa, muchas empresas y trabajadores subestiman la importancia de esta. Algunos motivos de esta negativa son la inversión que hay que realizar, tiempo y esfuerzo para asegurar que se lleva toda la protección necesaria.
La ropa de seguridad y los equipos de protección son importantes porque reduce los riesgos de lesiones y accidentes laborales, comentaremos las principales razones.
- Poder realizar el trabajo sin interrupciones
Si uno se asegura de que los trabajadores llevan consigo toda la ropa de protección, se reducirá la cantidad de accidentes en el trabajo. Si esto se consigue habrá muchas menos interrupciones en el trabajo, pudiendo realizar un trabajo constante.
- La ropa de seguridad es obligatoria por ley
La ropa de seguridad laboral es obligatoria por ley, por tanto, es importante que tanto la dirección de la empresa como los empleados deben asumir su responsabilidad y cumplirla.
Si la empresa no hace que los empleados utilicen sus equipos de protección, corren el riesgo de ser culpables de esta acción ante una inspección, ya que significaría una negligencia por pate de la dirección.
Es muy importante recordad que, si no se cumple la ley en materia de seguridad, el seguro pertinente no cubrirá ninguna posible indemnización.
- Señales de seguridad
Las señales de seguridad son muy importantes también en el trabajo, señalizar claramente todas las áreas. Estos rótulos obligatorios se pueden utilizar para asesorar sobre los diferentes requisitos de la ropa de seguridad, ropa de alta visibilidad, protección para los ojos, máscaras respiratorias, protección auditiva, redes para el pelo, arneses, guantes, etiquetas de seguridad obligatoria
- Equipos de protección individual
Depende de la actividad que el trabajador vaya a desempeñar. Por ejemplo, el uso de un respirador si se trabaja en algún lugar donde el aire esté contaminado por los productos químicos que se estén utilizando, un arnés de seguridad si el trabajador va a realizar trabajos a cierta altura. Para evitar lesiones en los pies, se recomienda la utilización de botas con capuchón de acero o calzado similar que permita tener el mismo nivel de protección. Gracias a este tipo de calzado se evitan resbalones, perforaciones, golpes.
No se puede negar la necesidad de abastecer a los trabajadores con ropa adecuada si así lo exige su trabajo. Los trabajadores a su vez deben concienciarse en el uso de este tipo de ropa, por su seguridad.