Cuando desempeñamos nuestro trabajo en altura, la seguridad y con ello, nuestros equipos de protección personal son una prioridad absoluta. Pero ¿qué pasa si estos equipos no están en perfectas condiciones? La respuesta es simple: pueden ocurrir accidentes graves o incluso mortales.

Realizar una inspección exhaustiva de estos equipos no solo garantiza su funcionamiento óptimo, sino que puede salvar vidas. Aquí te explicamos por qué es crucial y cómo lo hacemos en Prevenfor.

Arnés anticaídas caducado

¿Seguridad o negocio?

Los EPI, como arneses, cascos y líneas de vida, deben estar en perfectas condiciones para funcionar correctamente en caso de una caída o accidente. En Prevenfor, insistimos en la importancia de demandar una revisión de calidad y no caer en las dinámicas de expendición de certificados rápidos sin valor ni autenticidad.

Un trabajador en una obra de construcción usa un arnés que no ha sido revisado en meses. Durante una inspección rutinaria de seguridad, se descubre que las costuras del arnés están comenzando a deshilacharse. Si el trabajador hubiera sufrido una caída, el arnés podría haberse roto, causando una caída libre y posibles lesiones mortales.

Una revisión debe ser exhaustiva y veraz

Durante nuestras inspecciones, nos enfocamos en detectar cualquier rotura, corte o abrasión en los equipos. Estos daños, aunque sean pequeños, pueden reducir significativamente la capacidad de un EPI para proteger al usuario.

Algunos equipos requieren un montaje y desmontaje completo para garantizar una revisión exhaustiva. En Prevenfor, nos aseguramos de que todos los componentes internos y externos estén en perfectas condiciones.

Un dispositivo anticaídas deslizante, pese a que su exterior parezca en perfecto estado. Si la revisión no se realiza atendiendo a todos los componentes podemos pasar por alto, por ejemplo, que los dientes han sufrido un gran desgaste y no frenarán la caída.

Cumplimiento normativo y sanciones

La revisión periódica de los EPI es un requisito legal y normativo, lo que asegura que la empresa cumple con las regulaciones de seguridad y salud en el trabajo. Las inspecciones regulares no solo previenen accidentes, sino que también protegen a la empresa de sanciones legales y multas.

Una empresa de mantenimiento industrial recibe una inspección sorpresa de la autoridad laboral. Gracias a las revisiones periódicas de sus EPI, todos los equipos están en perfectas condiciones y la empresa pasa la inspección sin problemas, evitando multas y sanciones que podrían haber afectado a su reputación y economía.

¿Todos los EPIs duran los mismos años?

No, cada EPI tiene una vida útil específica determinada por el fabricante. Durante nuestras inspecciones, verificamos que el equipo no haya excedido esta vida útil, ya que usar equipos más allá de su tiempo recomendado puede ser extremadamente peligroso.

Sobrepasar el tiempo de vida útil supone correr un riesgo, ya que el fabricante no asegura que los componentes y materiales vayan a conservar sus características. Un casco caducado puede no absorber el impacto de un golpe o que la cinta textil de un anticaídas retráctil caducado se haya degradado con el tiempo y no frene la caída de una persona.

La confianza es productividad

Saber que tu equipo ha sido revisado y está en buen estado aumenta la confianza del trabajador en su seguridad, lo que contribuye a una mejor concentración y desempeño en sus tareas. La tranquilidad de trabajar con EPI en buen estado permite a los trabajadores enfocarse en sus tareas sin preocupaciones adicionales.

Un equipo de limpieza de fachadas se siente inseguro al usar sus arneses y líneas de vida. Son conscientes de que no han sido revisados desde hace más de 5 años. Esta desconfianza se traduce en ineficiencia y mayor estrés, no permitiendo que el trabajo se realice en el tiempo acordado con el cliente y de forma segura.

Revisar los EPI de trabajos en altura (de Categoría III) no es solo una buena práctica, es una obligación. Garantizar que los equipos estén en perfectas condiciones previene fallos, cumple con la normativa y proporciona a los trabajadores la confianza necesaria para desempeñar sus tareas de manera efectiva y segura. No subestimes la importancia de estas revisiones: un simple chequeo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.