¡Ya estamos en verano! Por eso, desde Prevenfor queremos explicarte cómo prevenir algunas de las consecuencias provocadas por el sol.
Es cierto que la acción de los rayos ultravioletas actúa de forma positiva mediante la integración de vitamina D en nuestro organismo. Pero esto sólo sucede durante los primeros 10 o 15 minutos de la exposición ya que, a partir de este momento comienzan las posibilidades de padecer quemaduras en la piel acelerando el proceso de envejecimiento cutáneo.
Es importante conocer que los rayos ultravioletas se componen de:
Rayos UVB: debido a su elevada energía, son los responsables de las quemaduras del sol y pueden dañar directamente al ADN de las células de la piel, por esto se considera que causan el mayor porcentaje de cánceres de piel.
Rayos UVA: actúan de forma más profunda y a largo plazo. Cuando llegan a la dermis alteran tanto el ADN como la membrana de células de la piel, desarrollando, entre otros, un envejecimiento cutáneo prematuro.
Imagen 1 – Rayos UVB vs UVA
¿Cuáles son los efectos que se pueden producir?
Inmediatos: estos efectos, el mayor porcentaje de la población los hemos experimentado, ya que entre ellos encontramos la acción calorífica, pigmentación en la piel y la acción antirraquítica (vitamina D).
Retardados: entre ellos tenemos las quemaduras solares, una pigmentación retardada, así como el aumento del grosor de la piel.
A largo plazo: experimentamos el fotoenvejecimiento y la fotocarcinógesis.
En Prevenfor somos conscientes que sois muchos los trabajadores para los que el verano es un reto, ya que realizáis tareas a la intemperie con exposiciones extremas al calor y al sol. Por ello, desde aquí queremos daros algunos consejos para prevenir estos riesgos a los que estamos expuestos sin olvidar que los días nublados también son muy peligrosos porque las nubes no filtran la radiación ultravioleta
Por ello, deberemos usar equipos de protección fundamentales para trabajos al exterior.
Equipos de protección:
- Cremas fotoprotectoras: Deberán adaptarse a las características físicas de la piel del trabajador. Para trabajos en contacto con el agua (ejemplo, pescadores), la crema deberá ser resistente a esta. Es aconsejable utilizar como mínimo un factor solar de 30 y aplicar en todas las partes expuestas al sol (cara, cuello, manos, antebrazos, orejas) mínimo 30 minutos antes de la exposición.
¿Pero, cómo escoger el fotoprotector ideal para tu tipo de piel?
A continuación os dejamos un video de Pharma 2.0 el cual nos explica cómo elegir la crema sola en función de nuestras características.
Para mayor comprensión, os mostramos los diferentes fototipos de la piel (capacidad de adaptación que tiene cada individuo frente a la radiación UV)
Imagen 2 – Fototipos (fuente: anefb)
Además, deberemos pensar en el tiempo de exposición y exigir una cobertura a los UVA, UVB e IR (rayos infrarrojos)
- Gafas con filtro solar: Deberán disponer del marcado CE y se adaptarán a las características del trabajador. Se recomienda utilizar gafas que reduzcan entre un 99% y 100% la radiación ultravioleta y que en ningún caso sean de plástico.
- Uso de ropa apropiada: Recomendamos vestuario que sea transpirable, de algodón y colores claros.
Asimismo, es importante tener en cuenta:
Imagen 3 – Consejos básicos (fuente: anefb)
Y para concluir,
¿sabías que existen alimentos que pueden protegernos del sol?
Resulta que la radiación en la piel produce una serie de radiales libres que son los encargados de provocan en la piel el desarrollo de cáncer y envejecimiento acelerado. Es por ello que si tomamos frutas y verduras disminuiremos el daño que nos puede producir el sol, ya que estos son ricos en antioxidantes. Por ejemplo, la uva y la zanahoria son alimentos que tienen este efecto fotoprotector endógeno.
Además hay estudios que aconsejan tomar té verde debido a que sus propiedades actúan como fotoprotectores previniendo el cáncer de piel.
Recuerda que la piel tiene memoria
¡Prioriza el cuidado de tu piel antes que sea demasiado tarde!
Fuentes: anefb; pharma 2.0